Quiéreme bien

Una vez –ahora mismo, en realidad- leí al final de un libro –que me gustaba hasta esta página-
que el amor sólo es de los jóvenes,
que sólo se entiende de verdad cuando es intenso novedoso fresco
y me parece tan tonto, tan tonto,
cierro los ojos y no se me ocurre nada mejor
que madurar, hacerme vieja y aburrida
con mis seres queridos alrededor,
ver cómo su pelo largo se hace melena y se vuelve blanca
asistir a la boda de mi mejor amiga y que su vestido sea rojo
observar a mis padres envejecer juntos y felices
y que se siguen mirando embobados cuando creen que el otro está despistado.
Me parece puramente una estupidez sólo dar validez a ESE amor,
cuando si es SANO es bueno y es amor verdadero,
que si eres fea y aburrida y quieres cientoún gatos y vivir despacito
también tienes derecho a querer y sentir como explotan cinco galaxias en tu pecho,
que si no te gusta el sexo puedes sentir placer también,
que no querer un orgasmo no te convierte en menos,
que preferir el sofá de casa a saltar de un acantilado también hace intensos tus latidos,
que el amor,
siempre que sea sano,
es amor,
ya sea aburrido fogoso largo instantáneo polvo de una noche razón de milyún días.
Que el amor, no lo deciden ni los poetas viejos, ni los nuevos, ni yo,
que el amor, lo decide tu pecho y tu sonrisa y que te sientas bien,
que querer el único adjetivo que lo invalida es MAL,
que me da igual que me quieras despacio y sin versos sin sexo sin besos sin bombones sin películas sin sofás sin coches sin aventuras sin libros sin música sin amaneceres sin cámpings sin festivales sin viajes sin Salinas sin Aleatorio sin arena sin sal sin bosque sin luna sin constelaciones sin diversión sin lujuria sin rapidez sin gula sin ansia
quiéreme bien
BIEN

el amor no es amor si no es libre ni bueno, no si lo dice este libro que quiero tirar por la ventana.

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