Ella.

Era la descendiente de las brujas que no pudisteis quemar,
la chica punk, la gótica, la rara, la friki
la del negro y el pelo raro,
la del piercing y el tatuaje oculto,
la de las marcas de guerra
batalladas entre tanto barracón de pupitre;
era la alta, la fuerte, la intocable,
la de los labios violeta y el no te metas,
la de las camisetas duras
y las canciones bestias.

Sin embargo,
también era la de los poemas,
la de los cientos de libros,
la de lágrimas ahogadas en almohadas,
la de pequeñas imperfecciones
tapadas por grandes cicatrices,
la de paseos nocturnos
para poder pasear libre
sólo siguiendo la estela de su frente.

Pero el día que alguien vio lo último
su estrella se consumió
como los restos de las hogueras de San Juan.

No hubo más ella.

Dicen que la encontraron en la playa
y que sus versos navegaban en las aguas.

Papel mojado,
tinta negra,
solitaria
golondrina intrépida. 

Comentarios

  1. Me he sentido muy identificada con este poema, te ha quedado muy bien. A parte me gustó como lo terminaste, a mi me cuesta bastante terminarlos (a no ser que sean de escritura automática). Sigue asi ;)

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    1. Oh, ¡muchas gracias! Me alegro muchísimo de que te haya gustado. Acabar la escritura automática siempre es todo un logro, hay que luchar mucho contra ellos jeje

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Por favor y gracias.

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